jueves, septiembre 28, 2006

El último tren- escuela

Publicado en Milenio Semanal
Fotos: Octavio Hoyos

Las cuadrillas de trabajadores ambulatorios de la extinta Ferrocarriles Nacionales de México, dejaron, a su paso por la ruta ferroviaria, campamentos compuestos por familias enteras que viven en vagones de tren adaptados como casa habitación. Cada campamento contaba con una escuela instalada en otro vagón y reconocida por la Secretaría de Educación Pública, para garantizar la continuidad en los estudios de los hijos de los trabajadores. La última de esas escuelas, hoy, está a punto de desaparecer.

Una de las ùltimas cuadrillas de ferrocarrileros que permanecieron tras el cierre, en 1995, de Ferrocarriles Nacionales (FNM), se encuentra en el poblado de San Bartolo, en Naucalpan, Estado de México. Mientras estuvo en funcionamiento, la empresa ocupó algunos de sus vagones como viviendas ambulantes de los obreros que recorrían el país dando mantenimiento a las vías del tren, lo que les impedía asentarse a vivir en un lugar fijo.

Con el tiempo, las familias fueron creciendo y, ante la necesidad de darles educación a los niños de las cuadrillas, FNM solicitó a la SEP permisos y personal para instalar escuelas dentro de los vagones; sin embargo, los maestros fueron abandonando sus puestos en busca de mayor estabilidad y mejores salarios, lo que provocó que fueran desapareciendo las escuelas. De esta forma, la primaria "Adolfo López Mateos", con clave 15DPR3008L, quedó como la última escuela ambulante del país, de acuerdo con el testimonio del maestro titular, Jaime Contreras.
Este profesor, oriundo de Puebla, ha impartido clases bajo esta modalidad durante toda su vida laboral, cumpliendo el pròximo 16 de octubre 29 años de servicio. Faltando un año más para su jubilación, el profesor confía en que le sea otorgada con antelación, pues las autoridades no tienen ya ningún interés en mantener ese puesto de trabajo. Por ello, una vez concluido el presente ciclo escolar, solicitará su jubilación y pensión conforme a la ley. "Los años pesan y el cuerpo ya lo resiente. Este medio ya es un poco cansado y dar clases aquì es màs difìcil, en una escuela multigrado como èsta", argumenta el profesor.
Jaime se encarga de todo lo referente a la escuela: tiene 30 alumnos en 5 grupos de diferentes grados a su cargo, con horario de 8 a 13 horas y, además, realiza todos los trámites administrativos, lo cual acrecenta su de por sì pesada carga de trabajo. "Yo soy toda la escuela, porque yo hago la papelerìa, lo administrativo, a veces le hago de doctor, de prestamista, de aval, de consejero, hasta de intendencia cuando me toca. La gente me ha dado su confianza y yo tengo que retribuirla", comenta Jaime.

Antes de instalarse en Naucalpan, hace ya 12 años, el profesor y sus alumnos vivieron en Toluca, Mazatlán, Monterrey y otros estados donde los obreros daban servicio a las vías. A pesar de la baja remuneración por sus servicios, Jaime no desertó, pues estaba ya integrado a la comunidad y habituado a esa forma de vida. "Fui bien tratado por la gente de aquì, somos como una familia. El salario es muy bajo pero en otra escuela tambièn lo serà. Aquí nos hemos integrado muy bien, ademàs aquì hice toda mi vida laboral, ha habido buen entendimiento con la gente", expresa.
Alto nivel académico
El profesor Contreras se ostenta como un maestro "muy exigente". Gracias a ello, la escuela a su cargo tiene gran prestigio en la zona e, incluso, a nivel sectorial. Han ganado diversos reconocimientos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) , así como concursos de dibujo y ortografía a nivel regional. Jaime recuerda con especial cariño ese concurso: "Nadie creía que fuéramos a ganar. Nos invitaron sólo para participar, pero yo les inculqué a mis niños la idea de que no íbamos a participar, sino a ganar. Nos preparamos muy bien y, para admiración de todos, mis niños contestaron todo perfecto". Las madres de los niños, incluso, aseguran que éstos aprendieron a leer antes de entrar al nivel primaria.

Los alumnos cursan hasta quinto grado, pues los trámites para la certificación, al concluir el sexto grado, corren a cargo del profesor titular, quien simplemente no tiene el tiempo necesario para ello; por lo que los niños cursan el último grado en otras escuelas donde puedan recibir sus certificados. Éste es el primer año que van a tomar clases de computación, con un maestro especializado y equipos donados por asociaciones civiles y un partido político, "pero no le voy a decir cuál es", replica Jaime, aunque es de todos conocido que es el Partido de la Revolución Democrática (PRD) quien apoya a las comunidades de bajos recursos. Asimismo, se imparten clases de inglès, con maestras de escuelas particulares que se ofrecen como voluntarias.
La cuadrilla de San Bartolo es casi independiente, a pesar de estar reconocida por el municipio. Está domiciliada como Ferrocarril Acámbaro sin número, en San Bartolo. El nùmero de cada vagòn se ubica con los números de las casas que están a un lado de las vías. Tienen servicios de agua, algunos de drenaje, y la luz no está instalada formalmente, pues la Compañía de Luz y Fuerza (CFE) no ha atendido su solicitud de instalación. Cuando se inunda la zona por las lluvias, son los habitantes quienes tienen que retirar el agua y los desechos, ya que esperar a que les atienda el municipio implicaría vivir varios días en un foco de infección.

Todos los trabajadores de esa cuadrilla estàn activos porque fueron recontratados por Ferroviaria del Valle de México, pero ya no se desplazan a otros sitios, pues los trabajos de mantenimiento de vías ya sólo se realizan ahí.

"No nos vamos"

Sergio Miranda vive en el campamento de Tlatilco, conocido así por la cercanía con esa colonia, aunque el domicilio de la cuadrilla es Calzada de los Gallos # 190, Col. Plutarco Elías Calles. Lleva 25 años viviendo ahí, y 12 retirado de Ferrocarriles Nacionales. Esa cuadrilla está compuesta de 44 campamentos, habitados en un 90 por ciento por ferrocarrileros nactivos o retirados. En este caso, fue Terminal Ferroviaria de México la que recontrató a garroteros, fogoneros, maquinistas, guardacruceros y vigilantes, por tratarse de personal con amplia experiencia.

Hoy, Sergio trabaja en una oficina de ventas. Aunque ya no es ferrocarrilero, advierte que no dejará que nadie saque a su familia de esa casa, en caso de que las nuevas empresas ferrocarrileras quisieran recuperar esos terrenos. "No nos vamos a ir, no somos una ciudad perdida que invadió unos terrenos, esto nos lo dio Ferrocarriles", asegura. Ninguno de los habitantes posee títulos de propiedad, empero, cuentan con documentos que avalan la asignación por parte de FNM o, en otros casos, con papeles que avalan el arrendamiento de algunos terrenos. Asimismo, tienen el apoyo de su comité vecinal y, eventualmente, del PRD. "Nosotros sí nos iríamos siempre y cuando nos reubicaran en un buen sitio o al menos nos dieran una buena indemnización", señala.

Tren suburbano

Los trabajos para la reactivación de la ruta Buenavista- Cuautitlán Izcalli, que permitirán el paso del recién aprobado proyecto de tren suburbano, no afectarán a las cuadrillas de ésta vía, al tratarse de rutas distintas. Sin embargo, ya se contempla, en ambos campamentos, las medidas a tomar en caso de que fueran desalojados por éstas obras. En el caso de San Bartolo, el profesor Contreras asegura que no han sido notificados sobre ningún desalojo, y que, en ese caso, la escuela desaparecería, de cualquier modo. "Pero si quieren lo hacen, simplemente. Yo sólo pido terminar mi ciclo y ya despuès que pase lo que tenga que pasar. No tenemos posibilidad de oponernos a lo que dicten 'los de arriba'".

En Tlatilco, en cambio, los habitantes del campamento defienden su espacio, junto con los vecinos de las colonias aledañas, quienes tampoco desean el paso del tren suburbano por esa zona; argumentando que atrae congestionamiento, camiones y ambulantaje.

En tanto, fuentes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes confirmaron que la puesta en marcha del Tren Suburbano es parte de un gran proyecto que se ampliaría durante el siguiente sexenio. Èsta primera etapa contempla la operación en la ruta hacia Cuautitlán, con 27 kilómetros de vía, y posteriormente se trabajarìa una segunda etapa del proyecto, que buscaría llegar hasta 242 kilómetros de vía que den mayores opciones de transporte del Distrito Federal hacia el Estado de México.

Para garantizar la continuidad de este proyecto, la SCT tiene firmado un convenio con los gobiernos federal, del Edomex y del DF, para lo cual, se lanzaría una nueva licitación.

Empero, mucho antes de la ampliación de este proyecto, que alcanzaría también la zona de San Bartolo, la desaparición de la escuela "Adolfo Lòpez Mateos", con el retiro de Jaime Contreras, será inminente. "No veo una soluciòn, porque no van a buscar mi sustitución. Además nadie va a querer cubrir esta plaza, porque es muy difìcil. Se requiere muchísima dedicación por muy poca remuneración", lamenta el maestro.