jueves, mayo 08, 2008

Bebés prematuros, blanco de virus respiratorios

Aunque los médicos señalan que el virus sincicial respiratorio afecta a todos en la infancia, los bebés prematuros son susceptibles de sufrir complicaciones al ser infectados, pudiendo desarrollar bronquiolitis o neumonías que, mal tratadas, pueden derivar en la muerte.

Texto y fotos: Claudia Altamirano
Enviada

Juriquilla, Querétaro
.- Aun no es posible saber qué profesión elegirá, pero la vida de Santiago ya es, a sus tres años, todo un éxito. Con la ayuda de sus padres, sobrevivió numerosas neumonías, sepsis neonatal; un paro respiratorio, otro cardiaco y uno cerebral; enfisema pulmonar, reflujo severo, displasia bronco pulmonar y rotavirus en cuatro ocasiones. Siendo un bebé prematuro, al infectarse con el virus sincicial respiratorio desarrolló padecimientos que hoy lo obligan a usar un tanque de oxígeno permanentemente; sin embargo, el haber superado todos estos males hace que Angélica, su madre, lo llame “un milagro”.

El virus sincicial respiratorio (VSR) es una afección a las vías respiratorias que la mayoría de la población adquiere en la infancia, sin advertirlo. Empero, los bebés prematuros y los que no fueron alimentados con leche materna son susceptibles de desarrollar otros trastornos al ser infectados: desde tos severa hasta bronquitis y neumonías que, no tratadas adecuadamente, pueden causar la muerte.

Es fácil confundir al VSR con una simple gripe, pues los síntomas son iguales: catarro, congestión nasal, estornudos, tos; sin embargo, los especialistas recomiendan buscar atención médica inmediata cuando se detecten síntomas más severos, como dificultad al respirar, sibilancias (silbidos) y hundimiento debajo de las costillas. Particularmente, recomiendan tomar medidas preventivas en bebés prematuros; pues de los casos de bronquitis o neumonías que requieren hospitalización, la principal causa es el VSR.

Angélica nunca imaginó todas las consecuencias que traería para Santiago el haber nacido a las 29 semanas de gestación, “Yo creía que al niño prematuro sólo le faltaba crecer, y no es cierto”, expresa. Esto se debe a que la madre transmite al bebé inmunoglobulina, anticuerpos que defienden al bebé contra las principales enfermedades; como el sarampión y la hepatitis; señaló el neonatólogo Heriberto Pinto. Esta transmisión de anticuerpos se da a partir de la semana 32, por eso los prematuros no tienen esas defensas, puntualizó.

Pero la prematurez de Santiago no sólo implicó infecciones, sino también complicaciones para operarle el esófago –que ya estaba muy dañado por el reflujo-, debido a las constantes neumonías, y para vacunarlo, pues no contaba con el peso mínimo para aplicarle algunas de las vacunas.

“Cuando nos entregan a Santiago, pesaba un kilo 600 gramos, después de 3 meses y presentaba desnutrición severa. Yo le decía a mi esposo ‘pasa tú y si ves que la cosa está dura, me dices que no entre’, porque llega un momento en que no toleras ver tanto sufrimiento, tanto en ellos como en uno”, recuerda Angélica.

Fue hasta que ingresó en un hospital privado, que los padres del pequeño supieron que las neumonías se debían al VSR y que existen inmunoestimulantes que atacan al virus y evitan que siga causando más afecciones. Pese a que debe permanecer conectado a un tanque de oxígeno -por lo que su padre carga permanentemente con una mochila donde guarda el tanque-, y pese a que no es aceptado en las escuelas por esta dependencia, la calidad de vida de Santiago y su familia ha mejorado notablemente. “Esto nos da la oportunidad de llevarlo al parque”, dice su madre.

En el marco del Congreso Interamericano de Infectología Pediátrica, pediatras y neonatólogos señalaron que la prematurez, el uso prolongado de un respirador, las enfermedades cardiacas y neuromusculares; la falta de leche materna y una deficiencia inmunológica, son los principales factores de riesgo para adquirir el VSR.

El pediatra Daniel Loyola advirtió que, cuando se padece bronquiolitis o neumonía en los primeros años de vida, el riesgo de padecer asma es mayor. “La mayoría sigue una vida normal, pero quienes después tienen problemas, muchos de ellos tuvieron como causa el virus sincicial respiratorio”, puntualizó.

En entrevista, el especialista precisó que el virus se puede adquirir a cualquier edad, siendo los bebés el grupo más susceptible, seguido de los adultos mayores –sector en el que causa tantos trastornos como el virus de la influenza- y de quienes tienen factores de riesgo. “Puede haber un joven que tenga asma, un niño con leucemia, un adulto que fue trasplantado, también tienen riesgo”.

Por su parte, el doctor Heriberto Pinto indicó que es en ésta temporada invernal cuando aumentan las probabilidades de contraer el virus, al tratarse de una afección respiratoria similar a la influenza.

Los pediatras coincidieron en la importancia de extremar las medidas de higiene para con los bebés prematuros, así como no fumar cerca de ellos ni exponerlos a las multitudes a temprana edad; ya que podrían adquirir el virus sincicial respiratorio y desarrollar males que pudieron ser prevenidos.

“Insistir en dar el seno materno, evitar el hacinamiento, evitar exponerlo al humo del tabaco y a sitios públicos en edades tempranas; tener medidas de vacunación general”, advirtió Loyola.

“Hay que evitar las muestras de afecto directas al bebé, como besos en la cara, abrazos, hablarle a la cara; hay que aislar al familiar que tenga gripe, evitar exposición a fumadores y, en la zona de cuneros, aislar a los bebés que tengan VSR, y a los otros bebés ponerles anticuerpos, principalmente los que tengan afecciones pulmonares, cardiacas o sean prematuros”, agregó Pinto.

A ese respecto, Angélica Quintanar afirma que la prevención es una tarea de toda la familia, siendo ésta el principal foco de infección para el niño; por lo que toda su familia se ha aplicado inmunoestimulantes y vacunas.

“La prematurez es algo que no se puede prevenir ni detener cuando se presenta, pero sí hay muchas cosas que se pueden hacer por los niños prematuros para mejorar su calidad de vida. He conocido niños en las condiciones de Santiago que fueron tratados a tiempo con el inmunoestimulante y que la suerte les fue diferente”.

http://www.eluniversal.com.mx/nacion/156527.html