viernes, diciembre 01, 2006

Cuando la basura nos alcance


Deshacerse de la basura parece un problema resuelto por el espacio aparentemente infinito de los tiraderos, pero un mal tratamiento de los desechos los convierte en una bomba de tiempo. Sólo 9 estados tienen una planeación adecuada de instalaciones para la disposición final de los desechos. Cuernavaca es hoy, un ejemplo real de lo que podría ocurrir a cualquier ciudad del país si no toma en serio este asunto.

Texto y foto:
Claudia Altamirano

Tener un restaurante de mariscos frente a un contenedor de basura no representó nunca un problema para la señora Keiko de Avilés, hasta que el contenedor se perdió de vista, sumido en un cerro de bolsas llenas de desechos. A más de un año de haber puesto su negocio a un costado de la autopista del Sol, en la ciudad de Cuernavaca, jamás había visto tanta basura junta ni tanta clientela perdida. El olor es tan fétido, que sus ventas han bajado a más de la mitad.

El depósito conocido como El Polvorín, ubicado sobre la autopista y junto a un módulo de atención turística de Caminos y Puentes Federales, se convirtió en una montaña de basura acumulada desde 20 días atrás, cuando los camiones recolectores dejaron de llevársela. “El dolor de cabeza no se nos quita”, exclama la señora Avilés. “Empezamos a tener moscas y cucarachas, diario fumigamos, pero no se acaban y no podemos estar encerrados tampoco, se nos encierra el olor”.

Para evitar que las ratas entren a su local, Consuelo García, dueña de una tienda de abarrotes próxima al contenedor, ha colocado pan envenenado en la banqueta. Es lo único que puede hacer, tras haber perdido todo lo que invirtió en un pequeño local de jugos y tortas, que estaría a un lado de la tienda y sería inaugurado 20 días atrás, justo cuando la basura empezó a acumularse.

Martín, el encargado del contenedor, porta un cubrebocas para soportar las horas que tiene que pasar en ese lugar, aun siendo pepenador. “Ya no deberiamos recibirla, pero la gente no entiende que ya no cabe, vienen y tiran sus bolsas... Luego quieren hasta golpear a uno... Se enojan. No podemos ni sacar el material para venderlo, porque al romper las bolsas, con el viento se regaría la basura y el olor”, lamenta.

Otro vecino del restaurante es el odontólogo José Eugenio Brito, quien se ha visto obligado a rentar otro local para atender a sus pacientes en la avenida Plan de Ayala. “Yo cierro por higiene. Estoy aquí por obligación pero no puedo dar consulta, no puedo tener a los pacientes con la boca abierta aquí. Se me estan viniendo todas las moscas”.

Estos empresarios son un ejemplo de lo que vive la capital morelense: las consecuencias de un mal manejo de los desechos y un desinterés total de las autoridades por resolver un problema viejo pero creciente, al que sólo atienden cuando lo importante se ha vuelto urgente.

La ciudad de la “eterna primavera” es un botón de muestra de que la basura puede ser una fuente de empleo e ingresos importantes, o un grave problema ambiental y de salud, según el tratamiento que se le de. De acuerdo con la investigadora del Instituto Politécnico Nacional, Rosa Laura Meraz, en México hay tres tipos de sitios para disposición final de desechos: El basurero a cielo abierto sin ningún control; el basurero controlado, que es un banco de materiales donde se compacta y cubre la basura con tierra; y el relleno sanitario, obra de ingenieria con sistemas de captación de biogas y lixiviados (líquidos producto de la basura orgánica).

Según reportes de autoridades estatales, recabados por la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT), existen 650 tiraderos a cielo abierto y alrededor de 200 sitios controlados, de los cuales sólo nueve “se acercan” al cumplimiento de la norma ambiental: Monterrey, Torreón, Tlanepantla, Mérida, Querétaro, Nuevo Laredo, San Juan del Río, Nogales y Durango.

Esto significa que, de 32 estados que conforman el territorio nacional, 23 no han realizado la adecuada “selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”, que exige la NOM-083-SEMARNAT-2003, por lo que corren el riesgo de, eventualmente, padecer conflictos logísticos y sociales derivados de un mal tratamiento de su basura, similares a los que vive hoy la ciudad de Cuernavaca.

“La disposición de los residuos tradicionalmente ha sido en tiraderos a cielo abierto, que causan muchas molestias y contaminan”, reconoció Jorge Hinojosa, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente de Morelos; estado que se ubica en el grupo de los que más basura producen en todo el país: el 63 por ciento de los desechos a nivel nacional se generan en la zona centro, integrada por Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Veracruz y el Distrito Federal.

De dichas entidades, sólo Querétaro y el Estado de México cuentan con un relleno sanitario adecuado. Destaca que en Querétaro existan dos rellenos de este tipo, siendo que durante 2005 produjo sólo 504 mil toneladas de basura, mientras que los mexiquenses produjeron 5 millones, 902 mil toneladas en ese mismo año, teniendo sólo un relleno en regla.

Los focos rojos, por el número de toneladas de desechos que generan contra el número de rellenos adecuados, son: el Distrito Federal, que en 2005 produjo 4 millones, 550 mil toneladas; Jalisco, que en el mismo periodo generó 2 millones 482 mil toneladas; Veracruz, con un millón 927 mil toneladas; Guanajuato, con un millón 584 mil toneladas y Puebla, con un millón 548 mil toneladas. Resalta el caso del Estado de México, que siendo el mayor productor de basura en el país (5 millones 902 mil toneladas durante el año pasado), cuenta con un solo relleno en regla; y su tiradero más recurrido –el Bordo de Xochiaca- procesa sólo un 20 por ciento de sus residuos.

Tetlama: la discordia

Los habitantes de Tetlama, un municipio ubicado a 30 kilómetros de Cuernavaca, bloquearon el acceso al gran basurero del mismo nombre, cansados del paso diario de más de 50 camiones por su avenida principal, que en el trayecto regaban basura, esparcían la peste y quebraban el pavimento, dejando grietas y hoyos por todo el camino.

Los conductores de los recolectores, indiferentes al bloqueo –pues siguen percibiendo un salario del ayuntamiento-, decidieron no recoger más basura hasta que se abra el acceso, al no haber dónde depositarla ni camiones para transportarla. En el punto de transferencia de El Polvorín, una mina cercana a la ciudad que sirve como encierro para los recolectores, ya no cabe un trailer más: todos están estacionados y rebozantes de basura, en espera de un sitio a donde llevar su carga.

En Tetlama, los pocos pepenadores que permanecen ahí se quejan de quienes bloquearon el paso al basurero, excepto Hipólito García Ramírez, quien reconoce que, en este problema, el único irresponsable ha sido el gobierno de Morelos. “Yo trabajo aquí, yo me beneficio del tiradero, pero no por eso voy a dejar de ver que el gobierno no quiere tratar la basura, quiere venir y botarla aquí y ya”, acusa.

Aunque acepta que su fuente de ingreso se ve afectada con el bloqueo, Hipólito -quien posee una planta aplanadora de PET que le permite vender más-, confiesa que los pepenadores podrían vivir de otra manera, trabajando en otra cosa. “Muchas veces la gente que trabaja en la basura se aferra a ella porque no quiere que nadie la mande, aquí cada quien hace lo que quiere y llega a la hora que quiere, la gente ya se acostumbró a esa manera de vivir, pero de que no haya trabajo, eso es totalmente falso”, admite.

Carente de estudios pero con un mundo de experiencia, Hipólito plantea una solución integral al problema de la basura, idéntica a la solución planteada por la maestra Meraz, del IPN. “Quieren poner basureros pero sin los estudios pertinentes. Si tuvieran todo separado no se les incendiaría, pero aquí vienen y tiran todo parejo. La solución es que el gobierno busque un lugar pero bajo la norma 083: buscar un terreno con sus celdas, sus canaletas de lixiviados, sus tubos de biogas... y para eso no se necesita mucho dinero. La basura es un problema que se les está yendo de las manos”, sentencia.

Por su parte, la maestra Rosa Laura Meraz, especialista en gestión integral de residuos, coincide con Hipólito al señalar que, la única forma de evitar que otra ciudad se inunde de basura, es crear rellenos sanitarios con celdas, una geomembrana, los desechos compactados y cubiertos de tierra; con pozos de captación de biogas y de lixiviados.

Separación, esfuerzo insuficiente

Los esfuerzos del gobierno, indicó la investigadora, deberían dirigirse a buscar otras alternativas, pues la separación entre orgánico e inorgánico, a pesar de ser útil, aun es insuficiente. Es necesario fomentar cada vez más, recalcó, el reciclaje, el composteo y la incineración, pues hasta hoy es muy poco lo que se recicla -de 14 mil toneladas de basura que se producen en el DF al día, solo 2 mil se quedan en las plantas de separación- y hay muy pocas plantas de composteo (solo la Central de abasto produce 900 toneladas al día de residuos orgánicos).

En el fondo de esta problemática, asegura la investigadora, hay una solución viable y una fuente importante de empleos y dinero. De tratarse adecuadamente, la basura generaría grandes ganancias al reciclarse y trabajo para quienes se ocupen de ello, amén de librar a todos de sus desechos sin que estos se desborden y provoquen conflictos sociales, como los de Morelos. En contraste, otros estados explotan en su beneficio los tiraderos de basura, como Nuevo León, donde los gases emitidos en los basureros son utilizados para generar energía eléctrica; lo cual puede ser muy rentable si se considera que una tonelada de residuos produce 107 metros cúbicos de metano.

A fin de evitar que otras ciudades se vean invadidas por sus propios desechos, el titular de medio ambiente de Morelos recomendó a los estados en riesgo trabajar en los sitios de disposición, cumpliendo con la normatividad y buscando el consenso local; tratar de llevar beneficios a la población en lugar de perjudicarlos. “Hay dinero, hay empleo, convencerlos de que bien manejado, más que perjuicios trae beneficios. (...) Pensamos que la cuestión del medio ambiente nunca nos iba a alcanzar, pero esto hay que verlo ya”.

Venganza virtual


Amantes despechados, ex parejas abandonadas y personas solitarias que disfrutan de perturbar a los demás disfrutan hoy del medio ideal para vengarse simbólicamente: la Internet, que además, les brinda la facilidad y libertad del anonimato. La ley no contempla castigo alguno para el acoso cibernético, pero no todo está perdido.

Claudia Altamirano

En este tiempo moderno en que la delincuencia se pone a la vanguardia utilizando la tecnología para extorsionar, robar y amenazar, entre otros ilícitos, recibir llamadas de desconocidos que preguntan por un anuncio de Internet puede provocar la paranoia de cualquiera. Tras varias llamadas en las que preguntaban su nombre e insistían en saber sobre un anuncio de Segundamano, Carmina pensó en llamar a la policía, pero se le ocurrió revisar antes el sitio web de dicha publicación, para comprobar si el anuncio en cuestión existía o no.

Cual sería su sorpresa al encontrar, efectivamente, un anuncio con su nombre, número de celular y una tarifa, seguida de una leyenda que ofrecía, de manera implícita, servicios sexuales. Indignada, Mina decidió poner una denuncia ante el Ministerio Público por difamación, pues el anuncio era la cereza del pastel: desde meses antes, alguien se había dedicado a enviarle mensajes anónimos a través de su página personal (blog), donde siempre escribía ofensas para ella y su familia.
Como era de esperarse, Carmina tuvo que peregrinar por diversas instancias policíacas para obtener una respuesta, que al final, fue negativa; pues el único delito por el que podían perseguir a quien la acosaba, era el de difamación, mismo que fue derogado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en mayo pasado. Así, la demanda de Carmina no pasaría de una mera denuncia de hechos, teniendo como único recurso la demanda civil en un tribunal, donde, en caso de ganar el juicio, obtendría una indemnización por parte del difamador no mayor a 18 mil pesos.

El caso de Mina ilustra otro de los usos que ésta generación da a la tecnología en materia de telecomunicaciones; donde la red de Internet y la telefonía celular, con todos sus recursos, permiten a amantes despechados, ex parejas abandonadas y personas solitarias que disfrutan de perturbar a los demás, vengarse simbólicamente, al difamar al objeto de sus rencores en un medio público.

Y si el delito de difamación ya no tiene repercusiones penales sino solo civiles, pareciera que la impunidad del atacante está asegurada, pues un civil común que perciba un ingreso medio, acabaría perdiendo más dinero en abogados y trámites que los 18 mil pesos que el acusado le pagaría, en caso de resultar culpable; amén del tiempo que también perdería y la burla de que sería objeto al presentar una demanda por algo que parece tan simple, pero que en realidad podría provocar a la víctima un despido de su empresa o un conflicto grave con su pareja o familiares.

Empero, la red tiene recursos no por todos conocidos que permiten encontrar a quien difama o acosa ocultándose tras su computadora. Si bien el descubrirlo no tendría una repercusión legal, permite a la víctima, al menos, identificar a su agresor para poder tomar alguna medida al respecto. Así, con la ayuda de un empleado de Segundamano, logró ubicar a la empresa desde la cual se emitían los mensajes, concluyendo con ello que su agresor era la pareja de un antiguo novio suyo.

Del mismo modo procedió Ernestina, cuando la ex novia de su actual pareja emprendió toda una batalla virtual en su contra, enviándole correos electrónicos sumamente ofensivos desde varias cuentas, incluyendo la de su novio. Tina había optado por ignorar estos mensajes, hasta que recibió 31 de ellos en un solo día; lo que la motivó a responder, pidiendo que la dejaran tranquila pero logrando el efecto contrario: los mensajes se incrementaron en el correo e iniciaron vía teléfono celular, llegando a enviar hasta 28 en un mismo día; protegida nuevamente por el anonimato, pues enviaba los SMS a través de Internet.

Cansada de este acoso, Tina recurrió al mismo método para ponerle fin: reenvió todos los mensajes de Laura Bolaños, su agresora, a un grupo de amigos de ésta última, logrando ridiculizarla por esta pueril acción y cesando así los correos electrónicos. Y aunque Laura siguió hostigando a Tina por otros medios más directos, ya no pudo resguardarse en el anonimato de la red.

Para defenderse del acoso cibernético se puede recurrir a la respuesta directa -cuando se conoce al emisario de los mensajes-, la cancelación de páginas personales o cuentas de correo, o la búsqueda de la dirección IP de la máquina desde la cual fueron emitidos los mensajes; lo que puede lograrse con un software especial o con la ayuda de un hacker que localice ésta dirección y la red a la que pertenece.

Pero si la víctima de difamación quiere tomar medidas legales para detener estos ataques, debe tener paciencia y bajas expectativas, pues el proceso es largo y podría no rendir frutos, al menos en el Distrito Federal, donde la difamación ya desapareció del Código de Procedimientos Penales.

La odisea empieza en el Ministerio Público, donde decidirán si existe o no algún delito que amerite la indagación, en cuyo caso se solicita a la Subdirección de especialidades concentradas de la Procuraduría capitalina que investigue, a través de sus peritos especializados en informática, la dirección IP de la máquina de la cual salieron los anuncios o mensajes. Una vez que ésta subdirección entrega el resultado, el MP puede pedir a Teléfonos de México o la empresa relacionada con las redes, que indique a quien pertenece esa máquina, para así determinar un posible responsable.

A nivel federal, también existe una instancia que cuenta con todos los recursos para detectar a estas pesadillas virtuales, aunque existen grandes limitantes para que un ciudadano común goce de este servicio. La Policía Cibernética de la Policía Federal Preventiva (PFP), es un órgano dedicado a investigar los delitos cometidos en Internet, empero, en el caso del acoso o difamación, no tiene injerencia alguna; pues aunque a nivel federal no ha sido derogado el delito de difamación, para que el hecho trascienda al nivel federal debe haber indicios de delincuencia organizada. De no ser así, el caso no podrá salir del ámbito local, donde, al menos en la capital, ni siquiera hay delito que perseguir.

Este enredo jurisdiccional es uno de los límites de la investigación en esta materia, como lo reconociera el mismo procurador general de la República, Daniel Cabeza de Vaca en junio pasado. Durante un congreso internacional sobre cibercriminalidad, el procurador señaló que la definición de las figuras y la competencia son las principales debilidades en materia de legislación, pues es difícil determinar la ubicación exacta de la persona que comete el delito y esto genera una confusión de competencias. Cabeza de Vaca reconoció, además, que en México "estamos en pañales" en materia de regulación de delitos cibernéticos, consolándose en la idea de que "en todo el mundo hay que avanzar mucho todavía"; pese a que en España, por ejemplo, la sección de delitos tecnológicos de la policía atiende e investiga estos hechos igual que las extorsiones, las redes de pornografía infantil o los fraudes cibernéticos.

De manera que lo único que el procurador puede hacer al respecto, hasta ahora, es recomendar a los usuarios de Internet que tengan cuidado, "porque la verdad es que el Internet y la computadora implican un anonimato que no sabe uno en realidad quién está del otro lado". Advirtió, además, que los peligros del contacto en la red pueden ser algo más que una molestia, "cada día son más los casos que hemos sabido, que conocen, analizan, estudian a la víctima por medio de los chats, de los famosos grupos de conversación, los foros, entonces sí hay que tener cuidado", indicó el funcionario durante la conferencia.

En este contexto, no es exagerado recomendar el uso de todas las medidas de seguridad posibles, como filtros en el correo electrónico, firewalls, establecer contraseñas difíciles de adivinar y restringir los comentarios anónimos en las páginas personales o blogs; ya que la mayoría de los espacios públicos de expresión y contacto no cuentan con medidas punitivas para quien haga un mal uso de ellos. Asimismo, es recomendable hacer caso omiso de las invitaciones de personas no conocidas y, por ningún motivo, facilitar datos personales a través de los sistemas de mensajería instantánea.

Y, en caso de haber sido víctima ya del acoso de alguien que busque una venganza virtual, las posibilidades se limitan a buscar al agresor con la ayuda de un experto en informática, para así poder encararlo, o establecer una demanda civil en un tribunal.

Celebrar a México (15 sept)


Entre tantas banderas, tequila, pozole y desfile, vale la pena hacer un espacio para los mexicanos que no sólo celebran en septiembre, sino que buscan, todos los días, hacer de este un país mejor.

Claudia Altamirano

"La felicidad es una decisión", reza uno de los carteles colocados en las paredes del salón donde las chicas realizan la práctica que les asignaron. Imelda suelta el lápiz para acomodar a su bebé, a quien amamanta. Otra de ellas cuenta, aliviada, que su madre tiene seguro médico e inscribirá a su nieta como si fuera su hija. "De todos modos yo le voy a comprar sus cositas, gano bien", dice, contenta por su nuevo trabajo de mesera.

Ellas viven en SEDAC (Servicio, educación y desarrollo a la comunidad), la casa hogar que recibe a jovencitas embarazadas o con hijos pequeños pero sin recursos; donde se les capacita y enseña a formar un proyecto de vida que evite que acaben en las calles o, en algunos casos, que regresen a ellas.

El taller fue creado por Carma Aguilar, una comunicadora que, desde hace tres años, ayuda a las chicas de Sedac a regularizar sus documentos oficiales, inscribirse en la escuela, capacitarse para el empleo; trabajar en su autoestima, emprender un proyecto de vida independiente y, finalmente, concretarlo.

Haciendo honor a su nombre, Carma ha dedicado el último lustro a la labor social voluntaria, lo mismo ayudando a niños en Casa Alianza que impartiendo cursos de desarrollo humano en el Instituto de la Mujer; pero hoy, Carma se niega a dejar a "sus niñas", a quienes ayuda a encontrar sus habilidades para volverse independientes y útiles para la sociedad.

A pesar de que Carma recibe una sencilla beca que le permite sortear algunos gastos mientras imparte este taller, su trabajo es esencialmente voluntario. Lo más importante, dice, es que al ayudar a unos pocos se mejora todo el entorno, pues ellos aprenderán a ayudar, a su vez, a otros que lo necesiten.

Para lograr un cambio profundo en la población, Carma sugiere atender a la parte humana de quienes cuentan con pocos recursos, y no solo procurar su alimentación, sustento y educación. "Todo mundo ve a un niño de la calle y le quiere dar dinero, pero ¿Qué pasa con la parte espiritual? Esa parte es la mas descuidada y necesitada, el ponerle atención a una persona es lo que puedes aportarle, más que lo económico".

La diferencia

Es precisamente esa parte humana la que rara vez se puede apreciar en un policía. El mal desempeño de muchos ha derivado en un desprecio generalizado de la ciudadanía hacia ellos, aunque la actuación de algunos invita a no juzgarlos a priori.

El pasado 2 de agosto, en el paso a desnivel del cruce de Viaducto y Revolución, una camioneta quedó atrapada en la gran inundación con granizo que afectó la capital esa noche, obligando a los pasajeros a subir al toldo del vehículo para salvarse. Una llamada de auxilio hizo que el Segundo Oficial Eduardo Espino solicitara el apoyo de los bomberos para el rescate, pero el tráfico provocado por la lluvia era tal, que el oficial tuvo que actuar antes de que el agua helada alcanzara a los hombres atrapados.

Con ayuda de unos cinturones de arrastre, Espino y su compañero, Rodolfo Bolaños, impulsaron hacia el puente a los automovilistas, logrando dejarlos a salvo. En un momento en el que muchos sólo hubieran esperado la llegada de los bomberos, éstos policías hicieron, simplemente, "lo que tenían que hacer".

"Cuando uno asume la responsabilidad de servir y con lo que tiene a su alcance, toma decisiones; de alguna manera uno tiene idea de qué hacer y se toman las decisiones pensando en la seguridad de ellos y también de uno, porque tampoco es válido hacerle al héroe. Había que hacer cosas (…) bien y rápido", señaló el oficial.

Aunque la situación podía empeorar si las víctimas sufrían de pánico y se agitaban al momento de subirlos, pues podían caer o arrastrar consigo a alguno de los policías, Espino y Bolaños asumieron el riesgo por salvar a esas personas de la hipotermia o el ahogamiento.

"El tomar decisiones es lo que hace la diferencia. Yo soy de las personas que si ve una situación, inmediatamente decido qué se va a hacer. Para mí quedarse cruzado de brazos no es tomar decisiones, para mí es actuar, pero con responsabilidad. Yo creo que todos tenemos la capacidad de hacerlo, pero a veces pensamos mal las cosas", expresó.

"Yo creo que con un pequeño esfuerzo que hagamos todos los servidores públicos, hacemos grandes cosas, siempre y cuando estemos dispuestos a hacerlas. La mejor recompensa que puede tener es saber que su trabajo sirvió de algo, no tiene precio".

"Devolver un poco de lo que tengo"

La gente que vive en las calles, en los barrancos, las vías del tren, suelen crear mitos en los demás sobre lo que significa vivir ahí. Pero hasta que se les conoce, se puede tener una mejor idea al respecto. Esto lo sabe Laura Salinas, una chica de 22 años que, tras estudiar diseño en Bellas Artes, optó por hacer trabajo voluntario en Christel House, organización civil que proporciona gratuitamente educación, alimentación y salud a niños de bajos recursos, particularmente de los llamados "cinturones de miseria" de Santa Fe.

Aunque inicialmente apoyaba durante unas horas en tareas administrativas, fue requerida después para apoyar a los trabajadores sociales que aplican estudios socioeconómicos en la zona, que determinen quienes requieren más del servicio de Christel House. Al ingresar a esas casas, su impresión fue tal, que decidió dedicar 9 horas de su día a esos niños.

"No llegue aquí con el fin de ser voluntaria, sino que me envolvió la institución; visitando las casas de los niños me engancharon… Te das cuenta de que realmente tienen muchas carencias, algunos ni siquiera tienen agua, drenaje, luz… ves problemas de desnutrición, abuso, abandono… cada uno trae su historia", relata.

El conocer de cerca estos problemas generó un sentido de responsabilidad en Laura, quien siente que es su deber elegir a los niños que más necesitan la ayuda de Christel House. "A lo mejor no les doy dinero ni les llevo comida, pero sí les estoy dando su lugar aquí y no se lo doy a otro que sí tiene todos los recursos".

Esa es su forma de contribuir a que México tenga un mejor nivel educativo y social, al otorgar a niños sin recursos la posibilidad de contar con estudios más avanzados de lo que sus padres pudieron tener y, así, tener mayores oportunidades que ellos. "Ahí siento que estás impulsando a que subamos todos juntos. Ya tienen más armas que darle a los demás, a sus hijos, ya tienen el impulso para hacer algo más grande e ir más lejos".

Con ello, Laura busca devolver a la vida un poco de lo que le ha sido dado, y coincide con Carma Aguilar en que la voluntad de ayudar es expansiva: "Aquí puedes ayudar a que estos niños aprendan a ayudar a los demás, es una cadena, (…) te sensibiliza a querer ayudarnos todos. Nos hace fuertes el trabajo en equipo".

"Por puritito amor al arte"

Uno de los rubros más olvidados por los gobiernos en México es la cultura. Por no tratarse de una necesidad primordial, queda relegada en recursos e importancia, aunque para algunos, como Alberto Mora, sea tan necesaria como la educación, pues "una persona con cultura, ama a su patria".

Fotógrafo y artesano, Alberto siempre se interesó en la labor social y el altruismo, pero la fuente de inspiración para la labor que realiza hoy en día, la encontró en una observación de su hijo. "Por qué el teatro está tan vacío, papá?", preguntó el niño, detonando en Alberto la voluntad de llenar de espectadores los teatros y foros culturales, acercando a todo tipo de personas a la cultura.

La iniciativa se convirtió en el proyecto "Boletitos", que cumple ya cinco años y ha regalado miles de entradas a niños de la calle, punks, profesionistas, amas de casa, seropositivos, prostitutas y todo el que quiera acercarse a la cultura a través de esta oportunidad única.

"Me da tristeza porque somos un pueblo muy inculto y la falta de cultura es una forma de manipular a las masas. Los gobiernos, que sí tienen todos los recursos, no hacen nada, y nosotros hacemos todo sin dinero. Queremos hacer excelentes espectadores que amen la cultura", expresa Alberto, quien hace algunos meses regaló casi tres mil entradas para el espectáculo Snowshow, del payaso ruso Slava.

Con la única intención de acercar a más personas a la cultura y permitirles vivir experiencias enriquecedoras a través del arte, Alberto Mora y su mujer, Alicia, se mantienen en contacto con distribuidores, productores, promotores y protagonistas de las obras y los foros, a quienes piden cortesías que después obsequian. Ellos creen en la cultura como un medio para lograr una mejor sociedad, al hacer de cada ciudadano una mejor persona.

El artesano lamenta el infortunio de haberse topado con personas que lucran con los boletos que se les obsequian, pero no margina ni relega a nadie que pida entradas, ni siquiera, a quienes tienen un buen nivel económico. "Todos tienen derecho a ver y escuchar arte. Nosotros hoy tenemos como 30 pesos para comer, y a veces me han dicho 'no seas güey, vende los boletos', pero no, no, no. Esto es por puritito amor al arte".

Asumir la muerte


-En memoria de la Mtra. Alicia Mendoza.

Llegar a aceptar la muerte –propia y ajena- como algo normal es imposible, pero la mayoría lo supera con tiempo y apoyo familiar. Para quienes el duelo parece insuperable, existe una segunda opción: la tanatología, que enseña cómo vivir tras la muerte de un ser querido o tras haber sido desahuciado.

Texto y foto: Claudia Altamirano

Un diagnóstico de cáncer que no va acompañado de muchas esperanzas de vida es algo tan trágico, que quien lo recibe empieza a morir anímicamente desde ese momento. Para una mujer como Alicia, inquieta, independiente, vanidosa y siempre muy alegre, el tumor en su garganta significó el fin de la vida que conocía hasta entonces, para dar paso a la dependencia, el encierro, el silencio, la depresión.

Maestra de biología en todos los niveles educativos, Alicia trabajó hasta el 25 de enero pasado, pues el tumor, descubierto apenas en octubre de 2005, sería extirpado en febrero. A partir de entonces, la obvia protección de su familia la cercó: no puede decidir sobre su ropa, su comida ni sus horarios. Su aspecto también cambió, ha reducido dos tallas y su voz, que fue siempre su instrumento de trabajo y su pasión, sale con mucha dificultad.

"Entre las muchas cosas que se piensan, a veces pensaba que podía ser un reclamo de la vida por algo... en mi caso yo pensé que mi exceso de vanidad y el ser tan libre y no detenerme ante nada", confiesa la maestra, quien, a petición de su hermana, inició un tratamiento tanatológico que le ayudara a asumir su enfermedad.

"Junto con el doctor he llegado a la conclusión de que la vida es un ciclo que se puede terminar en cualquiera de sus etapas. Que no necesariamente tener esta enfermedad es un castigo, que tampoco hay que padecerla como un estigma sino tomarla como la oportunidad que nos dan para concluir lo que podíamos tener por ahí", señala Alicia.

Y es que aceptar la muerte –propia y ajena- como algo normal es imposible, pero aprender a vivir con ello puede requerir de ayuda profesional. De acuerdo con Mario Guerra, presidente de la Sociedad Española e Internacional de Tanatología de México, el 62 por ciento de las personas que sufren una pérdida podrán superarlo con tiempo y apoyo familiar, pero el otro 38 por ciento, por su circunstancia particular, requerirá un tratamiento tanatológico.

Del griego tanathos, la tanatología es la ciencia que estudia la muerte y el objetivo de su terapia es "que el evento doloroso de la muerte sea amortiguado por un proceso de aceptación de un ciclo natural de la vida"; evitar que el duelo se convierta en una sicopatología y permitir, en un tiempo razonablemente corto, la reintegración a una nueva vida.

Son candidatos a este tratamiento quienes desarrollan relaciones co-dependientes o apegos excesivos, así como relaciones ambivalentes (donde en un momento se llevan muy bien y en otro muy mal), pues se desarrollan culpas por los malos momentos, que no dejan llevar a cabo el proceso de forma sana. También pueden requerir ayuda quienes sientan culpas excesivas alrededor de la persona fallecida o en los casos de muerte repentina y trágica.

Sin embargo, esta terapia no sólo es aplicable en casos de muerte, sino a cualquiera que haya sufrido una pérdida, ya sea de un familiar, una mascota, una casa o un miembro del cuerpo, "cualquier pérdida que genera alguna angustia o estrés, puede recibir tratamiento tanatológico", señala el presidente de la SEIT en México.

Duelo complicado
A decir del doctor Guerra –quien actualmente atiende a Alicia-, un proceso de duelo normal puede llevar de uno a dos años pero es variable: si fue muerte natural, un año, si fue muerte repentina, dos años y si se conjuntan varias agravantes, hasta 3 años. Después de ese periodo, se habla de un duelo que podría derivar en patologías, por lo que requiere de este tratamiento.

"Un duelo no sano es cuando, después de un año de la muerte, el deudo sigue recordando al muerto como el primer día. Sigue hablando de él y el llanto sigue descontrolado o no puede ni mencionar su nombre, etc. La terapia es para que el deudo aprenda a vivir en un mundo donde el otro está ausente. A recolocar emocionalmente al fallecido, es decir, que ya no lo percibas como algo externo, sino algo que ya vive dentro de ti".

Guerra advierte que un tratamiento tanatológico debe iniciarse después de un mes del fallecimiento, pues intervenir en el duelo de las personas antes, puede ser contraproducente; además de que debe ser voluntario, nunca forzado.

El tanatólogo puede detectar, tras un plazo de seis meses después de la muerte, si ese proceso de duelo es normal o no, basándose en los predictores de duelo complicado: que muera el sostén o la pareja de un adulto mayor; muerte de la madre para un menor (de 11 años en el caso de una niña, 18 años en el caso del niño); ausencia de cadáver; muerte accidental y/o repentina y cruenta; que los deudos sean mujeres solas con niños pequeños.

En esos casos, se debe aplicar una terapia que consiste, básicamente, en 4 etapas: aceptar la pérdida, expresar las emociones por cualquier vía (llanto, rabia, aislamiento, silencio), recolocar emocionalmente al fallecido (interiorizarlo, no verlo más como algo externo) y finalmente, aprender a vivir en un mundo donde el fallecido está ausente.

"No se trata de simplemente hacer llorar, porque no todas las personas reaccionan igual (...), puede ser contraproducente", precisa el sicólogo. "Cuando un miembro de la familia que sufrió una pérdida no llora, no es recomendable obligarlo a llorar, nunca funciona. Lo recomendable es solicitarle su apoyo, que todos hablen de su dolor y el otro, de forma natural, empezará a expresar sus emociones, cuando identifique su dolor con el de los otros".

Educar para la vida y para la muerte

Para lograr una mejor superación de una pérdida, señala la SEIT, se debe educar en la vida y en la muerte, por lo que se debe abordar este tema con los niños sin mentir ni crear fantasías al respecto. Para tener un concepto sano de muerte, indica Mario Guerra, debemos comprender el concepto de universalidad (todos morimos, hasta mis seres queridos), el de que la muerte no es lineal (pueden morir niños o ancianos) y que es definitiva e inevitable; "pero hacer que esto sirva como un motor para vivir mejor la vida".

¿Es posible llegar a ver la muerte de una forma natural y no trágica?

"No, el ser humano ve a la muerte como algo ajeno, externo y agresivo. Todos tenemos miedo naturalmente a morir. La emoción se instala. Cómo reaccionas ante ello, ésa es la diferencia. El duelo es un proceso, no un estado; no 'estás' en duelo, estás llevando un proceso de duelo".

Así como la tanatología enseña a llevar una nueva vida sin la persona que falleció, a quienes han sido desahuciados o tienen pocas esperanzas de sanación, se les ayuda a vivir una nueva vida con su enfermedad, donde son personas distintas que no deben obsesionarse con volver a ser como fueron antes.

"Aspirar a volver a la vida de antes es algo utópico, porque ya perdiste una parte, tienes que volver a reestructurar, replantearte, pero para eso tienes que replegarte, quedarte un poco atrás y ver como está el panorama, reposar un poco la pérdida y entonces replantear las cosas; porque la muerte te tumba todo, te tira tu mundo de constructos, de certezas, la muerte lo cambia todo".

La nueva Alicia

De esta manera, a pesar del corto tiempo que ha llevado su terapia, Alicia ha asumido su nueva vida y se muestra dispuesta a vivirla: "Quiero aprender a ser 'ésta' Alicia, con esta cara, con este cuerpo debilitado. Tengo todos mis recuerdos pero no me lastiman, yo veo mi vida pasada como un regalo. Ahora soy la segunda Alicia", sentencia.

La maestra, de 60 años, reconoce que fue hasta que enfermó, cuando se dio cuenta de lo feliz que ha sido durante toda su vida; con una familia que la apoya, alumnos que la reconocen y aprecian y un esposo que, pese a haber llegado a su vida hace apenas 5 años, ha sido "su ángel". Ahora, ha aprendido a esperar, y desea tener tiempo suficiente para agradecer a todos los que la han cuidado, "pues hay gente que muere sola".

Alicia no sabe si su enfermedad avanzará o si podrá superarla, pero "si la libra", dice, escribirá un libro. En tanto, se siente tranquila "y quiero que ese momento llegue así, tranquila".

http://www.eluniversal.com.mx/primera/27140.html

La credencial universal que nunca llegó

La posibilidad de tener una credencial única que sirviera para identificarse, realizar trámites oficiales, pagar impuestos y hasta recibir remesas del extranjero, se extinguió una vez más por la renuencia de las instancias afectadas, que al no aprobar este proyecto a tiempo, lo dejaron a la voluntad del siguiente gobierno.

Claudia Altamirano

Credencial para votar. Registro Federal de Causantes. Número de seguridad social. Licencia para conducir, tarjeta Tributaria, cédula profesional... todos trámites separados, de diferentes instituciones y con credenciales individuales. Una iniciativa presentada en comisiones del Senado pretende unirlos a todos en una credencial oficial que permitiera, a través de un número único de identidad, realizar cualquier trámite con un solo documento universal.

Esta credencial es ya de uso común en los Estados Unidos, donde el carnet de seguridad social sirve como identificación oficial para realizar trámites bancarios, cobrar salarios, rentar autos y expedir otros documentos oficiales. En el caso de México, el proyecto de credencial universal prevé que a través de ella se pueda también recibir remesas, pagar impuestos, solicitar facturas y acceder a servicios de salud. Todo con un solo plástico digitalizado.

Empero, este proyecto de simplificación administrativa, que ha intentado concretarse varias veces en el pasado, perdió una batalla más en este sexenio, al no poder convertirse ni siquiera en un dictamen. La renuencia de las instancias para dejar toda la información de los ciudadanos en manos del Registro Nacional de Población, dependiente de la Secretaría de Gobernación, canceló esta posibilidad.

Con el último día de trabajo de la LIX Legislatura del Congreso, se desvaneció la posibilidad de que esta iniciativa subiera a la tribuna del Senado para su discusión, pues ni siquiera al interior de la comisión de Población y Desarrollo hubo consenso entre los partidos para presentarla y convertirla en dictamen.

El más reciente intento para llevar a cabo un proyecto similar fue la adopción de la Clave Única de Registro de Población (CURP), cuyo acuerdo fue publicado en octubre de 1996 y que pretendía otorgar a la ciudadanía una llave única con la que pudiera identificarse en todos los registros de población.

El solicitante no recibía credencial oficial con la CURP, sino un papel simple con la clave que, posteriormente, sería requerida para incluirla en otros trámites como el RFC y la cédula profesional. Aunque su objetivo era simplificar trámites, la clave única nunca se convirtió en identificación oficial ni se expidió una credencial única con la clave, que sirviera para todas las dependencias.

Larga historia

La intención de realizar un registro e identificación de todos los habitantes del país es un tema viejo que sigue sin poder modernizarse. La información de cada ciudadano ha estado en manos de la Secretaría de Gobernación desde 1936, cuando se creó la Dirección General de Población, que se convertiría, en 1980, en el Registro Nacional de Población e Identificación Personal, dependiente de la Segob. Empero, la creación de ninguna de estas oficinas y registros ha dado como resultado la expedición de una identificación oficial con fotografía que contenga todos los datos de su propietario.

La credencial para votar ha sido considerada como identificación oficial desde 1990, cuando el IFE obtuvo su autonomía y generó una credibilidad absoluta en la ciudadanía; quien reconoció a partir de entonces a la credencial de elector como instrumento universal de identificación. Sin embargo, el artículo octavo transitorio del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), estableció que esta medida sería temporal y que para el año 2000 debería existir un nuevo instrumento de identificación oficial, deslindado ya de la credencial de elector; a fin de que ésta última se utilizase exclusivamente en los procesos electorales.

"Durante el primer semestre de 1997, la Secretaría de Gobernación publicará el acuerdo mediante el cual dará a conocer el programa para el establecimiento del Registro Nacional de Ciudadanos y la expedición de la correspondiente cédula de identidad ciudadana, con vistas a su utilización en el proceso electoral federal del año 2000, realizándose en su oportunidad las modificaciones legales necesarias para regularizar las adecuaciones pertinentes al actual Registro Federal de Electores", dicta el artículo.

Esto significa que la credencial de elector es hoy una identificación reconocida en todo el país pero, técnicamente, ya no es oficial, al haber expirado esta facultad hace casi 6 años; lo que muestra la necesidad de un nuevo documento de identificación oficial, expedido, esta vez, por quienes cuentan con el registro de cada ciudadano mexicano y no sólo de los votantes: el INEGI o el RENAPO.

"Usos y costumbres"

El promotor de la credencial inteligente, el senador Alfredo Reyes, asegura que el freno a este proyecto ha sido la discordancia entre partidos al interior de la comisión de origen pero, sobre todo, la lenta (y en algunos casos) nula respuesta que obtuvo de las secretarías que resultarían involucradas en este proyecto: Secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Gobernación, Registro Nacional de Población, Instituto Federal Electoral e Instituto Mexicano del Seguro Social.

El panista, quien presentó la iniciativa en la tribuna de la Cámara Alta el 28 de abril de 2005, asegura que las partes involucradas han mostrado cierto recelo ante la posibilidad de que toda la información ciudadana sea manejada nuevamente por Gobernación, pero más allá de eso, se rehusan a cancelar todas las credenciales existentes para crear una nueva.

En el caso del Instituto Federal Electoral, su director jurídico, Fernando Agiss, envió una carta al senador el 30 de agosto de 2005 en la que argumenta que, pese a no encontrar impedimentos jurídico- legales para llevar a cabo la iniciativa, antes debe revisarse si el IFE estaría listo para emitir nuevas credenciales antes del 2 de julio; así como verificar "qué tantas medidas de seguridad contendría el documento en el que se expida el Número Único de Identidad, a fin de que se evite la falsificación del mismo o posibles errores que tengan que ser corregidos".

Así, el jurídico del IFE no negaba ni aprobaba este proyecto, por lo que el legislador habló directamente con los consejeros Virgilio Andrade y Rodrigo Morales, quienes le señalaron que no era un buen momento para una reforma de este tipo, por la cercanía con el proceso electoral y basaron su negativa en los "usos y costumbres" de la población, es decir, que históricamente quien ha tenido la autoridad y credibilidad para emitir esa credencial ha sido el IFE, al contar con la confianza ciudadana de que no se hará mal uso de ese documento.

"Lo que pido es que pasemos de los 'usos y costumbres', como dijo el IFE, al fiel cumplimiento de la ley. Hoy ni la segob ni el IFE la están cumpliendo, porque el COFIPE dice que quien emitirá la credencial de identidad será el estado, no el IFE. El vehículo oficial trató de ser el CURP, pero quedó muy chiquito, debemos pasar de un número a una cédula de identificación oficial", precisó el senador.

Entrevistado en torno a este tema, el consejero Virgilio Andrade rechazó haber argumentado los "usos y costumbres de la población" y precisó que la negativa para este proyecto se basa, exclusivamente, en la imposibilidad de expedir nuevas credenciales de elector en plena campaña. "No es el momento adecuado (...) es un tema que requiere de una gran reflexión y de revisar si hay un marco constitucional adecuado. La intención puede ser adecuada pero el tiempo no", puntualizó el consejero electoral.

Indiferencia

Para que el proyecto pudiera, al menos, discutirse en el pleno de Xicoténcatl, requería el visto bueno de las dependencias involucradas, específicamente la firma del subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Lauro López, quien hasta el momento no dió al senador una respuesta definitiva, lo que provocó que ya no fuera posible presentarla, al menos, en este sexenio.

"Carlos Anaya (director del RENAPO) me dio la bien y luego el subsecretario (López) me dio el avión, porque me dijo que si a todo, que nadamás le diera tiempo para que CONAPO y luego Migración aceptaran, que por él no había problema. Dijo que tenía que consultarlo con Dionisio (subsecretario de Enlace Legislativo), yo traté de juntar todas las partes pero Dionisio canceló el día que teníamos reunión con el IFE", relató el legislador.

Otra de las instancias que rechazaron este proyecto fue la Secretaría de Hacienda, misma que tendría que reorganizar los recursos que se asignan, a cada secretaría, para la emisión de credenciales. Según el senador Reyes, para Hacienda resulta "inadmisible" este proyecto, aun cuando el Servicio de Administración Tributaria de dicha secretaría cuenta ya con su propia tarjeta digitalizada, conocida como "tributaria".

Como parte de los cabildeos que realizó el legislador, se consultó a diversas empresas especializadas en fabricación de credenciales, para estimar cuánto costaría la credencial al gobierno federal, resultando en un promedio de 6 dólares por cada plástico; mismo que contendría la fotografía y huella digital del propietario, así como un chip con todos los números de identidad que hasta el momento hubiese tenido el ciudadano: RFC, IMSS ó ISSSTE, Registro Civil, CURP, etc.

"Porque no pensar en una credencial inteligente que sirviera, además de para pagar impuestos, para inscribir a ese individuo al Seguro Social, al programa Oportunidades? Además, con un banco de datos se evitan los fraudes en la aplicación de los programas, porque hay muchas personas que se inscriben a varios programas al mismo tiempo, o mienten en sus declaraciones para ser acreedores a un apoyo".

Así, el proyecto de simplificar la tramitología que los ciudadanos deben realizar a través de una credencial digital universal, que les permitiera incluso recibir dinero del extranjero sin pagar altas comisiones bancarias, se fue con la 59 Legislatura y con el sexenio. A pesar de ser un proyecto que puede llevar a cabo el INEGI, un órgano descentralizado que trabaja independientemente del gobierno en turno, no fue posible presentarla a tiempo para que, de aprobarse, se realizaran las reformas pertinentes y entrara en vigor después del 3 de julio. Su única posibilidad es que, al iniciar la LX Legislatura, los recién electos diputados la descongelen y repitan todo el proceso de cabildeo ante el nuevo gobierno federal.
(No publicado, entregado a El Universal el 4 de mayo de 2006)

1 de diciembre


Finalmente sucedió. Después de alrededor de 15 meses de desgaste, el pobre, miserable pueblo de México vio hoy, por fin, el final de un tortuoso proceso electoral; durante el cual se perdió mucho y no se ganó absolutamente nada. Solo ganaron, evidentemente, aquellos empresarios cuyos negocios están relacionados con el desarrollo y logística de las elecciones: los medios de comunicación -en primer lugar-, los fabricantes de boletas y material electorales, el sector turístico (que recibió a los candidatos, sus equipos y la prensa durante seis meses) y por supuesto, quienes cobrarán durante seis años, el apoyo que ofrecieron al candidato de Acción Nacional, hoy presidente de México, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Increíble que un personaje de tan poco nivel, de nulo carácter, que jamás trascendió ni destacó demasiado en ninguno de sus cargos, hoy sea el primer mandatario; pues a pesar de haber sido siempre una figura notoria y siempre presente dentro de la política nacional, jamás mostró el temple, la personalidad ni el nivel para ser un presidente y, mucho menos, para conquistar legítimamente el voto de una mayor parte de la población. Verdaderamente increíble que después de escándalos como el de Banobras, su cuestionado papel como secretario de Energía y, sobre todo, después de ventilado el asunto de Hildebrando, el "cuñado incómodo" y su inexplicable posesión del padrón electoral, Calderón haya logrado obtener tanto apoyo de una población de por sí decepcionada de la actuación del PAN en el máximo poder del país.

Porque aun con la sospechosa aparición del padrón electoral en la página de Hildebrando, aun con las largas -muy largas- horas que tardó el IFE en contabilizar el último uno por ciento de los votos, aun con la confesa intervención del todavía presidente Fox en el proceso electoral y la admitida intervención del sector empresarial, y aun con el evidente e innnegable apoyo que siempre tuvo su principal contendiente, Andrés Manuel López Obrador, éste perdió contra Calderón por menos de un punto porcentual. aun Con el evidente fraude encima, fueron la soberbia de AMLO y la pésima estrategia de todo el clan perredista, los verdaderos culpables de su derrota.

México no logró sumarse a la ola izquierdista que arrasa hoy con los gobiernos de Hispanoamérica. La excesiva confianza que el candidato de la "izquierda" depositó en sus prácticamente ganados votos, dejó el camino libre a la derecha para el efectivamente existente complot, para el fraude; pero también para la develación del verdadero rostro de quienes se asumen como revolucionarios, liberales, defensores del "bien de todos".

Otros seis años de PAN. Otros seis años de empresarios inexpertos al mando del país. Otro sexenio de privilegios a un sector de la población y migajas electoreras al resto; de una completa indiferencia e ignorancia de la inseguridad que se come todos los días a este país; de soberbia, de arrogancia, de farsas inútiles. Sólo que ahora sin máscara: este panista no se disfraza de campesino, de sensible, de genuino, simpático ni populista; este panista no llega con promesas imposibles ni metas inalcanzables, no. Este panista llega con la nulidad y el cinismo de quien obtuvo la presidencia, pero no la ganó; de quien tiene de su lado todas las herramientas (poder, dinero, ejército, legisladores, iglesia y hasta algunos medios), con el descaro de quien no tiene que ofrecer nada pues ya lo tiene todo y, por el contrario, amenaza con aplastar a quien ose quitárselo - basta ver la designación del secretario de Gobernación-.

Pobre país. ¿Será cierto que tiene el gobierno que se merece? Cuando durante 2 años se les fueron cayendo, una a una, las máscaras a los políticos de todos los partidos, sin excepción, y hasta a funcionarios sin partido, como los del Instituto Federal Electoral; mientras todos gastaban el dinero que todos estamos obligados a pagar en giras, spots, salarios de gente inútil, movimientos "revolucionarios" estériles y absurdos que, al final, no dejaron absolutamente nada. Al final de todo este circo, los mexicanos se quedaron sin todo ese dinero y sin el cambio que buscaban. Mientras ganadores y perdedores hoy terminan su guerra y seguramente empiezan otra, los mexicanos siguen soportando abusos laborales por no perder su empleo, realizando labores fuera de su profesión y hasta infringiendo la ley por la falta de trabajo, brincando bardas y cruzando ríos, cerrando negocios por la voraz competencia de los grandes capitales o por la violencia del narco y los grupos de choque. Todos siguen trabajando, buscando un trabajo o abusando los otros impunemente. Por mas que políticos de todos los partidos se hayan envuelto en la bandera nacional para justificar sus acciones en un sentido u otro, al final, México siguió siendo el mismo. Y no ganó nada.