viernes, marzo 24, 2006


Periodismo: actividad de riesgo al servicio de la sociedad

Al celebrarse por onceava vez el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el periodista colombiano Javier Darío Restrepo reflexiona sobre la labor social y el uso faccioso de los medios, así como del riesgo que corre el periodista al asumirse como "vocero" de los más vulnerables.

Claudia Altamirano

La onceava celebración del Día Internacional de la Libertad de Prensa se da en un contexto mundial paradójico y difícil de definir en términos de avances o retrocesos. Por una parte, el asesinato, el encarcelamiento y las amenazas siguen siendo herramientas de los gobiernos y grupos de poder económico para callar la denuncia periodística y, por otro lado, el uso de los medios para ventilar problemas personales de los dueños o, peor aun, para chantajear funcionarios de gobierno.

El debate sobre el uso correcto de los medios de comunicación e información parece no tener solución mientras la legislación en la materia no sea clara y sirva, solamente, como instrumento legal para encarcelar periodistas bajo el argumento de la difamación. Así, la libertad de prensa de la que tanto alardean los gobiernos de régimen democrático en la actualidad, se encuentra acotada por la ley y amenazada por las armas de quienes, para evitar ser delatados, simplemente ponen fin a la vida de su delator.

De acuerdo con la ONG francesa Reporteros sin Fronteras (RSF), desde el 1 de enero del presente año a la fecha han sido asesinados 21 periodistas por motivos relacionados al ejercicio de su profesión: nueve en Irak, tres en Asia, tres en Centro y Sudamérica; dos en Pakistán, uno en África y dos en México. En tanto, 103 periodistas permanecen encarcelados por presuntos atentados contra la estructura de su gobierno o por difamación; siendo China y Cuba los países con más periodistas presos.

A este respecto, el periodista colombiano Javier Darío Restrepo apunta que el periodismo es considerado por el gran público como una profesión fácil y reemplazable, cuando se trata de una profesión de riesgo. "Las amenazas y la muerte a periodistas hacen recordar que es una profesión de alto impacto en la vida de la sociedad, tanto, que su ejercicio puede volverse asunto de vida o muerte".

El motivo más común para reprimir el trabajo periodístico es frenar la denuncia de casos de corrupción al interior de un gobierno o de empresas privadas; utilizando, en la mayoría de los casos, el argumento legal de haber sido difamados por el periodista. Ante ello, Reporteros sin Fronteras ha expresado la necesidad de reformar las leyes para trasladar al terreno civil el delito de difamación, a fin de que, en caso de cometer este delito, al periodista le sea practicado un juicio civil y no uno penal; lo que le libraría de ser encarcelado injustamente.

Restrepo coincide con esta propuesta. El catedrático en ética periodística señala que las legislaciones prevén sanciones por difamación con una facilidad "sospechosa", pues dichas leyes, más que velar por la honra y la fama, buscan intimidar a los periodistas para que no informen sobre asuntos que políticos y gobernantes querrían mantener bajo llave. "Tienen esas legislaciones mucha cercanía con las leyes de desacato que han llevado a los periodistas a prisión bajo la presunción de difamación, sin embargo, debe ser claro que el periodista tiene la obligación de respetar el honor de las personas y que toda información sin fundamento que vulnere esos bienes es antiética e ilegal a la vez", advierte.

Asimismo, precisa que las acusaciones contra periodistas a quienes se les ha comprobado una conducta punible, deberían convertirse en procesos civiles y no en un juicio penal que, al implicar encarcelamiento, puede convertirse en un arma de disuasión utilizables por políticos y gobernantes en contra de la libertad de información.

América: Democracias frágiles y violentas

Desde la Cumbre Iberoamericana de noviembre de 2003, celebrada en Santa Cruz, Bolivia, en los 21 Estados miembros de la comunidad han sido asesinados 11 periodistas y 26 fueron encarcelados en Cuba, donde el gobierno de Fidel Castro mantiene el monopolio de la información.

A decir de RSF, en México subsiste una libertad de prensa a dos velocidades: la de la prensa nacional y la de la prensa local. Junto a una prensa nacional relativamente preservada –indica- algunos medios de comunicación locales tienen que enfrentarse a grandes dificultades, lo cual atribuye a la relativa protección que la gran difusión otorga a los medios nacionales, contra la limitada distribución de los medios locales.

En el caso de Colombia -país origen de Darío Restrepo y considerado como un "peligro" para los periodistas- existe un pluralismo informativo real que los periodistas pagan con su vida. Los políticos corruptos, grupos armados y traficantes de droga obstaculizan la labor periodística, situación que se ha visto acrecentada desde la llegada al poder de Álvaro Uribe; tras lo cual, los periodistas tienen que hacer frente a un recrudecimiento de obstáculos a su trabajo, por parte de las fuerzas del orden. "Denunciar las exacciones de los grupos armados -paramilitares y guerrillas- y la corrupción de los cargos políticos sigue siendo un oficio peligroso, mucho más que en cualquier otro lugar del continente", precisa la ONG.

El otro lado de la moneda

En contraste con la represión al ejercicio periodístico, está el uso de los medios informativos para intereses privados, ya sea de los políticos o de los propietarios de los medios. Destaca el caso de Ricardo Salinas Pliego, propietario de Televisión Azteca, quien recientemente se vio envuelto en un escándalo de chantaje que involucraba al Secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

La televisora acusó a Gil Díaz de intentar coartar su libertad de expresión, al solicitar que no se transmitiera un programa sobre el FOBAPROA en su programación. El secretario de estado negó las acusaciones a través de un comunicado, en el que precisó que, en lugar de ello, fue un emisario de la televisora quien trató de chantajearlo con una carta que presentaría como prueba del supuesto intento de censura. A cambio de no presentar dicha carta ante el público, aseguró Gil Díaz, el representante de TV Azteca pidió el cese de las investigaciones que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) le sigue a la televisora.

Sobre este caso, Darío Restrepo califica como repugnante el uso de un medio de comunicación para un interés privado, pues se trata, dijo, de una usurpación de la comunicación; que es un bien y un derecho de la sociedad. En entrevista, el especialista en ética periodística apuntó que la información manejada como instrumento de chantaje deja de ser un asunto ético y se convierte en una grotesca forma de estafa y de engaño. "El caso es importante porque deja en evidencia la monstruosa deformación que se le ha dado a la conciencia de los que en mala hora llegaron a los medios de comunicación, cuya naturaleza es de servicio a toda la sociedad, de ninguna manera como arma de delincuentes".

-¿La libertad de expresión puede alegarse para justificar ese manejo delincuencial de los medios?

-Es obvio que no, pero agrego: puesto que la libertad no es un absoluto, sino un medio, está relacionada con los fines que se pretenden. Sería un gran adelanto si a propósito de la celebración del día de la libertad de prensa, se dejara atrás el pensamiento adolescente de ser libre para imponer el capricho y el interés personal y escribir lo que a uno le da la gana; y se entrara en la madurez de mirar la libertad como un instrumento que uno mismo forja y que le sirve para hacer lo que debe hacer.

El Día Mundial de la Libertad de Expresión fue declarado en 1991 a iniciativa de la UNESCO, y reconocido por la Organización de Naciones Unidas en 1993. La resolución de 1991, titulada "Fomento de la libertad de prensa en el mundo" reconoció que una prensa libre, pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad democrática.

No hay comentarios.: